domingo, 18 de marzo de 2012

El puente

Me gustarias que lo leas y entiendas a que me refiero.. Se cuenta que cierta vez dos hermanos que vivían en granjas vecinas, separadas por un río, entraron en conflicto. Fue la primera gran desavenencia en toda una vida de trabajo uno al lado del otro, compartiendo las herramientas y cuidándose mútuamente. Durante años ellos habían trabajando en sus granjas y al final de cada día, habían atravesado el río y disfrutado uno de la compañía del otro. A pesar del cansancio, hacían la caminata con placer, pues se amaban. Pero ahora todo había cambiado. Lo que comenzara con un pequeño mal entendido finalmente explotó en un cambio de insultantes palabras, seguidas por semanas de total silencio. Una mañana, el hermano más viejo sintió que golpeaban a su puerta. Cuando abrió vio un hombre con una caja de herramientas, de carpintero a la mano. Estoy buscando trabajo, dijo éste. Quizá usted tenga un pequeño servicio que yo pueda hacer. - Si - dijo el granjero - claro que tengo trabajo usted, ¿Ve aquella granja al otro lado del río? Es de mi vecino. No, en realidad es de mi hermano más joven. Nos peleamos y no puedo soportarlo más. ¿Ve aquella pila de madera cerca del granero? Quiero que usted construya una cerca bien alta a lo largo del río para que yo no precise verlo más. Creo que entiendo la situación, dijo el carpintero. Haré un trabajo que lo dejará a usted satisfecho. Como precisaba ir a la ciudad, el hermano más viejo ayudó al carpintero a encontrar el material y partió. El hombre trabajó arduamente durante todo aquel día. Ya anochecía cuando terminó su obra. El granjero regresó de su viaje y sus ojos no podían creer lo que veían. No había ningún cerco! En vez de cerco había un puente que unía las dos márgenes del río. Era realmente un bello trabajo, pero el granjero estaba furioso y le dijo: "Usted fue muy atrevido en construir ese puente después de todo lo que yo le conté" Sin embargo, las sorpresas no habían terminado. Al mirar nuevamente hacia el puente, vio a su hermano que se acercaba desde la otra margen, corriendo con los brazos abiertos. Por un instante permaneció inmóvil pero, de repente, en un impulso, corrió en dirección del otro y se estrecharon en un fuerte abrazo. El carpintero estaba partiendo con su caja de herramientas cuando el hermano que lo contrató le dijo emocionado: - ¡Espere!, quédese con nosotros por algunos días. El carpintero respondió: "Me encantaría quedarme, pero, desgraciadamente, tengo muchos otros puentes que construir". Ahora te pregunto.... ¿Estas esperando un carpintero, o eres capaz de construir tu propio puente para aproximarte a aquéllos con los que rompiste contacto" Pdt.- Aún quieres construir ese muro entre nosotros... Recuerda que si decides hacer el puente encontrarás a alguien que espera por ti del otro lado.