viernes, 11 de enero de 2013

El mito de la raza androgena


Este es un mito que encontré hace poco y me pareció muy interesante:
  
Hace miles de años atrás, los dioses, luego de terminar de crear la Tierra, buscaban crear seres a los cuales legarles el control de este planeta. Para ello, buscaron formarlos de metales como el oro, la plata o el bronce, ya que esto los haría valiosos y perfectos. Sin embargo, éstos se volvieron egocéntricos por el valor de los metales de los que estaban hechos. Así que, Zeus, el dios supremo, los eliminó.

En su último intento, Zeus, pensando en que necesitaba seres que le adoraran, decide utilizar uno de los materiales menos valiosos: el barro. De esa forma, se crearon los seres andrógenos, seres que contaban con cuatro brazos, cuatro piernas y dos cabezas. Pero, al pasar el tiempo, estos seres se negaron a adorar a Zeus, pues decían que ya eran felices y no necesitaban a los dioses.

En el Olimpo, los dioses se reunen para discutir la solución a este problema.
- Destrúyelos, amado esposo - dijo Era, diosa del matrimonio.
- Ellos se jactan de ser felices y no necesitarme - alegó Afrodita, patrona del amor sexual.
- Pronto se reunirán y querrán conquistar nuestro hogar - reclamó Ares, el dios de la guerra.

A todo esto, Zeus decide acudir a Atenea, la diosa de la sabiduría. Esta le dice que es cierto que los seres andrógenos se rebelarán contra los dioses, pero que no deben destruirlos, ya que no existe un material menor que el barro para crear a nuevos seres. Finalmente, le sugiere castigarlos por su orgullo.

Y así, los dioses se reunieron en el lugar donde el Olimpo y la Tierra se unían. Luego, hicieron llover bolas fuego y lanzaron rayos. Estos, al caer en los seres andrógenos, los separaron en dos mitades. La diosa de la memoria bajo entonces y eliminó todo recuerdo de la mente de estos seres, mientras que Hermes, el mensajero de los dioses, recogió varias mitades y las dejó en distintos puntos del planeta, tratando así de evitar que vuelvan a unirse.

Y así pasó el tiempo, estos seres, ahora de una cabeza con dos brazos y dos piernas, nunca más vovieron a enorgullecerse, pues perdieron ese sentimiento de estar completos.

Es por ello que los seres humanos pasan el resto de su vida buscando a esa persona que les complemente. Y es por ello que tienen relaciones sexuales, pues no es más que un intento inconciente de volver a unirse y ser una sola persona con ese ser querido.